Un maratón es
una carrera de resistencia que debe ser preparada con mucha antelación, ir
ascendiendo en carreas de cinco, diez y veintiún kilómetros, un maratonista no
se hace de la noche a la mañana, se requiere un entrenamiento continuo,
disciplina, constancia y cada distancia que vas superando es un nuevo reto,
cada competencia en la que te inscribes es una nueva emoción, yo lo comparo con
la primera vez que vas en bicicleta, o la emoción que experimentas cuando
conduces por primera vez un automóvil. Esa emoción, ese miedo, esa
incertidumbre que no puede describirse con solo palabras.
He dicho que correr tu primer maratón es como
perder la virginidad, no sabes si te va a doler, no sabes cuánto va a tardar,
no sabes si te va a gustar o si te quedaran ganas de hacerlo. Lo cierto es que
es una experiencia increíble que nos hace recordar las capacidades innatas del
ser humano. Todos podemos hacerlo, todos podemos recorrer esos 42 kilómetros
con 195 metros, solo hace falta decisión y dedicación, todo lo demás está en la
naturaleza humana.
Durante mi entrenamiento leí varios blogs e
información al respecto, vi diferentes videos ya que quería hacerme una idea
objetiva de lo que me esperaba en la competencia. Algunos eran realmente
pesimistas incluso inspiraban miedo al describir los dolores, el cansancio
físico y psicológico que experimentaron al hacer la carrera, otros en cambio
describían lo placentero y positivo de correr un maraton, en lo personal creo
que cada uno de ellos describía claramente la forma en que ven la vida.
El maratón si es una carrera que requiere
esfuerzo, en la que tienes un desgaste físico considerable pero realmente no es
nada del otro mundo, cuando recorres los últimos kilómetros si sientes el
cansancio en las extremidades y tienes miedo de sufrir una lesión que te impida
llegar a la meta, creo que en ese momento puedes experimentar la verdadera
soledad, no hay nadie que te de un consejo, nadie que te impida abandonar o te aliente
a continuar, nadie más siente lo que tu estas experimentando y es ahí donde tu
carácter hace todo el trabajo, donde solo tu fuerza interna toma la decisión
mientras sigues avanzando.
El llegar al estadio es maravilloso, solo en ese
momento sabes que lo has logrado, que todos esos pasos que dejaste atrás te han
llevado a la meta, que esos días de entrenamiento que invertiste o dejaste de
hacerlo están pasando factura y tienes que pagarla. El correr un maratón es
igual que cualquier actividad en la vida, se requiere un objetivo claro,
esfuerzo, dedicación, constancia, amor, pasión, disfrute, y el deseo intenso
por alcanzar un sueño.
Espero que cada día se den la oportunidad de alcanzar sus
sueños.
Enhorabuena alejandro.
ResponderEliminardesde españa un corredor popular.