El cine fue el primer espejo en el
que el hombre pudo contemplar
el proceso espacio-temporal de su
propia muerte
sin tener que experimentarla
directamente.
Jean –Luc Godard (director de
cine franco-suizo)
La muerte el
cine y la literatura
Hay por estos días una marcada controversia entre
los “intelectuales” mexicanos acerca de la mezcla de costumbres y tradiciones
que actualmente vivimos en el día de muertos, en lo personal prefiero utilizar
el castellano para la comunicación cotidiana, sin embargo el famoso “halloween”
ha permeado culturalmente en nuestro país a tal grado que se festeja de manera
paralela al “Día de Muertos”. Para tener un panorama más objetivo respecto a
este festejo me gustaría comentar con ustedes esta reflexión: La cultura
mexicana contemporánea contiene un sincretismo que mezcla costumbres
prehispánicas, católicas, celtas, sajonas, africanas, etc. El día de
muertos es instituido a la llegada de los españoles como el día de todos los
santos, por ende las raíces prehispánicas se mezclan con las culturas traídas de
el viejo continente, así que el quejarse de la mezcla cultural seria como
despreciar a las tortas de tamal.
Al pensar en la muerte es imposible hablar de la
vida, ambas van de la mano, y hoy como cada año recordamos y festejamos a la
muerte. Hay un mito transmitido generación tras generación: Los mexicanos nos
reímos de la muerte, ¿es eso verdad? Cuál es el concepto cultural que asumimos
ante la muerte. Este es un tema que ha trascendido el tiempo, la muerte ha
dejado de ser un hecho natural para convertirse en un tema filosófico. Las
culturas de manera distinta han hecho su interpretación sobre la muerte, el
anhelo de la permanencia es una constante en todas ellas, el imaginar un "más
allá" es para todos una esperanza de perpetuidad, tal vez por ello los dioses
son inmortales, o acaso todos quisiéramos convertirnos en dioses.
El pensamiento del hombre hacia la muerte ha
influido en todas las manifestaciones artísticas, obviamente la
literatura es una de ellas y a partir del siglo XIX en el cine, la
muerte es parte de la cotidianeidad y se manifiesta de diferentes formas, puede
ser una enfermedad, una muerte violenta, la guerra etc. La muerte está siempre
presente en nuestras vidas.
Sin embargo al día de hoy no nos hemos puesto de
acuerdo en el género de la misma, en Europa la muerte es representada por un
varón que arrasa con todo a su paso, mientras que en México la muerte es una
dama encantadora o una mujer fatal o una mujer descarnada; este concepto
femenino de la muerte viene desde la época prehispánica y está muy arraigada en
la cultura mesoamericana, la diosa de la fertilidad, madre de Huitzilopochtli, es
la representación de la tierra que de la vida pero también de la muerte, este
simbolismo esta tan presente en nuestra cultura que hasta la fecha existe una
adoración hacia la Santa Muerte, deidad que en la religión católica es
calificada como herejía. Dado que el catolicismo es una religión de vida
eterna.
El cine va generalmente ligado a la literatura, a
los mitos y a las leyendas, es de ahí donde saca elementos para representarla en la
pantalla grande, quien no recuerda esa imagen de Caronte recibiendo las monedas
para ayudar a los hombres a cruzar el rio Aqueronte y llevar a las almas al otro
lado, cosa curiosa de observar el hecho del valor del oro y la plata para
los vivos, que en un plano no terrenal carecería de importancia, yo no sé en
qué va a gastar Caronte dichas monedas. Esta tradición viene de orígenes
griegos ha sido representada infinidad de veces en el celuloide.
La literatura y el cine van de la mano desde el
siglo XIX, En México el Ingeniero Salvador Toscano, pionero de nuestro
cine, importo de Francia un proyector y una cámara con las que inauguró la
primera sala de cine en la capital del país “El Cinematógrafo Lamiere”. Y filmo
en 1899 la primera adaptación de “Don
Juan Tenorio”, clásica novela de José Zorrilla publicada en 1844. Obra que
hasta la fecha es obligada por estos días.
Una de las primeras películas que hacen alusión a
la muerte es “Der müde Tod” (La muerte cansada) realizada por Fritz Lang en 1922 donde aparece por
primera vez un mar de velas que representan cada una de las almas que habitan
nuestro planeta, esta imagen fue retomada años después por Roberto Gabaldon en
la película de Macario.
Años después, en 1932 el cineasta ruso Sergei M.Eisenstein filma la cinta ¡Que viva México! Esta película es un recorrido cultural por nuestro país, pasa desde
retratar la arquitectura prehispánica, costumbres, vestuarios y tradiciones. Einsestien
retrata las festividades de día de muertos con una danza de calaveras, teniendo
como escenario una feria de pueblo, dichas calaveras danzan alegres mientras
poco a poco retiran su mascaras para convertirse en esos campesinos y obreros
que día a día luchan por sobrevivir. Y cito textual las palabras que enmarcan
esta memorable escena:
“Velas y
comida sobre tumbas en un carnaval desenfrenado el mexicano desprecia a la
muerte, pero eso no le basta El mexicano se burla de la muerte, los féretros de
chocolate están destinados a cadáveres de azúcar pero todo acaba en el estomago
de los chavales morenos”.
“Un cráneo
bajo el sombrero de un ministro bajo el casco de un bombero, el gorro de un
guardia, bajo el bicornio de un general Esto no es el culto a la muerte ni el
culto a ídolos de piedra ¡Con su silencio impresionante! No ¡Es el
triunfo del hombre sobre la muerte mediante la burla!”
“¡Tirad las
mascaras! Unos cráneos muy reales, los cadáveres de la clase socialmente
condenada, ¿Que hay detrás de esta mascara?, ¿El hijo de la soldadera? ¿Una de
las manos que están condenadas a forjar un verdadero México libre?”
La llorona es uno de los mitos más importantes de
nuestra cultura desde el Virreinato.
Dicho mito se ha repetido a lo largo y ancho de todo el país con leyendas que
pasan de generación en generación y que en 1903 es llevado a la literatura por
Federico Gamboa, uno de los intelectuales más representativos del positivismo
porfirista. Dicho libro fue perpetuado por la pantalla grande en 1933 (cuando
el cine sonoro hacia su aparición apenas dos años antes en 1931) con el nombre “La llorona: Una versión moderna de la leyenda mexicana”, siendo la primera película mexicana de terror con la
participación de Fernando de Fuentes en la adaptación de el guion. Como dato
curioso mencionare que en los créditos iniciales aparece la leyenda “Los
muebles usados en esta película fueron fabricados especialmente por El Palacio
de Hierro”
“El ahijado de la muerte” es filmada en 1946. Esta historia comienza el día de
todos los santos, cuando al nacer el primogénito de Dionisio (hombre gustoso de
inclinar la copa y que vive al igual que todos los peones de la hacienda, sumido
en su pobreza) sale de su casa en busca de la que será la madrina de su hijo. En
el campo santo una limosnera es la primera en ofrecerse, el agradece pero se
niega, dado que siendo ella tan pobre, no tiene nada que dar. El hombre
continua su camino y mientras se tambalea, una mujer rica baja de su carruaje
para hacer el mismo ofrecimiento prometiendo
que nada le faltara a su hijo, a lo que él contesta, “los ricos son duros con
los pobres y primero nos quitan lo nuestro que darnos lo de ellos”, la mujer
indignada se retira, Dionisio sigue su camino y echa un trago a su botella mientras una vieja mujer con guadaña en mano y
jalando un corcel blanco, se acerca amistosamente haciendo el mismo
ofrecimiento, el, en medio del espanto le pregunta: ¿por qué serias tú la mejor
madrina de mi hijo?, a lo que la muerte argumenta: “Yo trato igual a ricos y
pobres, no distingo clases sociales y soy tan poderosa como los ricos y tan
buena como los pobres, soy tu amiga, yo seco las lagrimas, paro el hambre, soy
e fin de el dolor y la miseria” . Es verdad dice el “eres lo único que nos
queda a los pobres”.
Como hemos dicho anteriormente la muerte
esquelética y descarnada ha sido el principal icono mesoamericano, pero quien
no preferiría una encantadora dama como Miroslaba en la película “La muerte enamorada”, comedia
musical de Ernesto Cortázar filmada en 1952 y donde por cierto hay una pequeña intervención
de Mauricio Garcés y Piporro. En esta cinta, la muerte viene a cobrar esos
pequeños intercambios que a veces, en son de broma, hacemos cuando deseamos
algo: “Daria cinco años de mi vida por volver a ver al amor de mi vida”, y así,
poco a poco vamos intercambiando vida por deseos.
“El séptimo sello” película sueca de Ingmar Bergman filmada en 1957, se
desarrolla en la edad media cuando los católicos cruzados regresan a Europa
después de su lucha contra los infieles, encontrando que la muerte los espera
en la playa y la peste negra esta arrasando con la población, en ella el
personaje principal logra hacer un trato con la muerte, quien aburrido de el
pasar de los siglos acepta jugar una partida de ajedrez con el protagonista.
Creo que esta escena refleja el diario acontecer de la vida del hombre
utilizando su inteligencia para vencer a la muerte y continuar en el juego de
la vida. La fotografía es excelente, en esta película aparece además de la
muerte, la iglesia como símbolo de lucha contra el mal y el paganismo, en lo
personal el argumento me parece un tanto simple pero el simbolismo es tan
fuerte que deja una profunda huella en quienes ven la imagen de un mortal
jugando ajedrez con la muerte y quien al fin de cuentas y al igual que todos
nosotros terminara por perder la
partida.
“Macario”
filmada en 1960, es sin duda una de las películas más representativas y
recordadas del cine mexicano, estelarizada por Ignacio López Tarso y Pina Pellicer, es la primera película mexicana nominada al óscar de la academia como
mejor película en lengua extranjera. Esta película, basada en un cuento de los
hermanos Grimm y adaptada por Bruno Traben, se desarrolla el día de muertos
durante la época virreinal, en ella podemos apreciar la fachada de la iglesia
de Santa Prisca y algunas calles de Taxco donde fue filmada, así mismo
apreciamos el interior de las grutas de Cacahuamilpa donde la muerte guarda
celosamente las velas que contienen la vida de toda la humanidad, y a mi juicio
no pudo existir mejor locación. Al inicio de la película se hace alusión a las
ofrendas de día de muertos, y hay una escena que en particular me llama la
atención y me hace pensar en la democratización de la muerte: Mientras los
cinco hijos de Macario observan una deliciosa ofrenda en casa de una familia
acaudalada uno de los niños pregunta:
- “¿Y cuando yo me muera puedo venir a comer
aquí?” A lo que su hermana le responde animosamente “No hijo, los pobres
comemos de nuestra ofrenda”.
La muerte es el dejar de ser, dejar de existir, o
pasar de un plano terrenal a uno más elevado, y esto me recuerda una conocida
frase que consuela a los católicos pobres o a los pobres católicos. “En el
paraíso se deleitaran con los manjares del señor”.
Cabe mencionar que “El ahijado de la muerte” y “Macario”
basan su historia en un cuento de los Hermanos Grimm llamado también “El
ahijado de la muerte”.
Otra película característica de estas fechas es “El escapulario” filmada en 1966
y dirigida por Servando González. En esta cinta la revolución es el escenario
donde transcurren las historias, aquí la trama gira en torno a un escapulario,
elemento mágico que materializa la religiosidad y la fe católica, en dicha
película el elemento religioso pasa por las manos de cuatro hermanos a quienes
salva la vida, la religión y la muerte van de la mano en nuestra cultura.
“Pedro Paramo” es una obra literaria de Juan Rulfo y que es llevada a la pantalla
por Carlos Velo en 1967, esta es, aun que no lo parezca, una muy triste
historia de amor, donde se mezcla el realismo mágico y una época
revolucionaria. En esta película el hombre de a caballo es el poderoso, el que
cabalga a golpe por sus tierras para arriar el ganado y a sus peones, hombres y
mujeres que son de su propiedad, sobre quienes tiene el derecho incluso de matarlos de hambre. Comala es un pueblo
fantasma, un pueblo que muere con la muerte interior de Pedro Paramo dueño de
todas las tierras y que al perder el interés por la vida y las ambiciones
decide vengarse dejando al olvido aquellas tierras que son suyas creando un
mundo de hambre y miseria, con una tierra tan árida y muerta como su corazón.
“El lado obscuro del corazón” película argentina donde la muerte en su papel
femenino acompaña al personaje principal, Oliverio, hombre treintañero, bohemio
y poeta quien va por la vida esperando encontrar a la mujer que vuela, todo un
romántico que tal vez desperdicia la vida encontrando solo consuelo en la
poesía, esta película de 1992 tiene una secuela en el 2002 donde los
personajes que un día compartieron los libros y la cama vuelven a encontrarse
diez años después dándose cuenta que el amor ha muerto y solo queda el recuerdo
de sus días en Uruguay. Aquí aparece un personaje nuevo que es el tiempo, aquel
que poco a poco también nos conduce a la vejez y a la muerte; ambos personajes
ahora siguen a Oliverio por una nueva aventura amorosa donde La Muerte y El Muerte, intentan jugar con el destino de Oliverio y Alejandra (El nuevo amor de
Oliverio). Esta película nos regala esos diálogos imaginarios que alguna vez
hemos tenido cuando la introspección nos lleva a analizar
nuestra vida. El tiempo es no solo el enemigo que nos lleva a la vejez y finalmente
a la muerte, el tiempo es también el que trae consigo todos los recuerdos de lo
vivido y el que nos hace apreciar lo que somos y lo que podemos llegar a ser,
es decir es el portador de nuestro pasado y nuestro futuro. Finalmente la
película nos muestra la forma de engañar a la muerte y poder perpetuar nuestra
existencia.
“Las intermitencias de la muerte” fue escrita por el Novel José Saramago y
cuenta la historia de un país donde de pronto, el primero de enero la muerte
deja de hacer su trabajo y los hombres dejan de morir, ello trae al inicio gran
alegría ya que el principal temor del hombre ha desaparecido, sin embargo con
el paso de los días esta gran bendición comienza a convertirse en un enorme
problema, los enfermos pierden la esperanza de un eterno descanso, los
hospitales comienzan a llenarse y el problema demográfico los sobrepasa, las
funerarias pierden su utilidad teniendo que idear funerales para las mascotas:
perros, gatos, pájaros, etc. También las aseguradoras dejan de tener sentido,
ya que un seguro de vida resulta innecesario y los individuos comienzan a
cancelarlos. El estado se ve sobrepasado al tener que ampliar los servicios de
saludo y lugares para ancianos ya que la enfermedad y la vejez no detienen su
paso por aquel país. Pero como cosa curiosa, al cruzar la frontera de este país
la muerte sigue haciendo sus labores cotidianas, eso trae consigo un problema
de migración que genera un conflicto internacional. Los países vecinos no
quieren llenarse de enfermos ni moribundos. La mafia organizada comienza su
trabajo como emprendedores visionario que son, satisfaciendo las necesidades de
los ciudadanos y una vez más al cobijo del estado hacen su trabajo librando a
la sociedad del pesado lastre de “cargar a sus muertos”. De pronto un día la
muerte hace un comunicado donde dice que regresara a hacer sus quehaceres, pero
como concesión, enviara un mensaje con una semana de antelación a la futura
victima para que así pueda arreglar sus asuntos, esto lejos de ser una
bendición genera en cada ser humano una semana de terror y desanimo, a quien le
gustaría realmente saber cuándo va a morir, en medio de este caos
existencial hay un hombre que elude el destino y no recibe la misiva, por lo
que evade su destino fatal, esto llama la atención de la muerte que dada la
curiosidad y el empeño en el deber decide hacer su trabajo de propia mano y se
encarna en una joven mujer que finalmente se enamora de este músico y
entonces….El final no se los contare para que tengan el placer de
disfrutarlo.
Esta novela nos lleva a reflexionar sobre la
necesidad de la muerte, los viejos tenemos que dejar el camino a los jóvenes,
si viviéramos eternamente no habría paso al progreso, así que siendo objetivos
no hay razón para temer a la muerte, más bien habrá que tener temor a la vida
eterna.
Pues ya es tiempo de ir al panteón a saludar a
nuestros muertos e inculcar dicha tradición en nuestros hijos, para que en un
día tal vez no muy lejano, tengan a bien pasar a visitarnos. Y finalmente cito
una frase extraída de la película Macario: “Hay que tener consideraciones para
los muertos, por que pasamos más tiempo muertos que vivos”.